martes, 16 de diciembre de 2008

SAN JUAN DE MATA


Hace 809 años en una fría mañana del año 1198, Juan de Mata recibe en Roma el espaldarazo de la Iglesia a su proyecto de redimir cautivos. El Papa Inocencio III aprueba la Orden de la Santísima Trinidad y redención de cautivos. Juan como hombre libre y creyente ha optado por acercarse a los esclavos cristianos que están en peligro de perder su vida y su fe. En ellos está viendo el rostro de Cristo liberador. Es Jesús Redentor que le empuja a luchar por la dignidad de toda persona que clama libertad.

Juan de Mata hizo varias fundaciones en Francia, España y Roma. También él mismo realizo varias redenciones. Murió el día 21 de diciembre de 1213 en la ciudad de Roma. Juan murió pero su obra perduró. Fueron posteriormente en España los Trinitarios de Castilla los que recogieron la antorcha de la liberación dejada por Juan de Mata. Ellos gracias a privilegios reales, donaciones y limosnas pudieron liberar a miles de cautivos.

A finales del siglo XV, la España de los Reyes Católicos se bate en luchas internas entre moros y cristianos. Los esclavos y las escaramuzas de ambos lados son cotidianos.

Los Trinitarios llegan a Andalucía

Como señala el P. Arturo Curiel en su libro “Málaga y los Trinitarios”: “Los Trinitarios que habían nacido para romper las cadenas que oprimían a los cristianos, arriesgaron múltiples veces su libertad y hasta su propia vida, en su noble afán liberador. Se establecieron en Andalucía a medida que avanzaba la Reconquista. Fieles a su cometido de enseñar, predicar, alentar y orientar, nunca olvidaron su finalidad redentora, llevándola reiteradamente a feliz término. Poco más tarde Fernando III el Santo, a quien acompañaba el trinitario Fray Bernardo de Aguilera, dio amplia entrada a los redentores en aquellas tierras, propiciando la fundación de conventos en varias poblaciones del Reino de Jaén, a los que siguieron otros en los Reinos de Córdoba y Sevilla sucesivamente.

Posteriormente, asomados ya al fin de la Reconquista, entraron en tierras de Málaga de la mano de los Reyes Católicos D. Fernando y Dª Isabel. Motivados aquellos Monarcas por su favorable inclinación a la Orden de la Santísima Trinidad, dado su fin de redimir cautivos, contaron con los Trinitarios a la hora de impulsar las nuevas cristiandades, debiéndose a ellos sus primeras fundaciones en nuestra tierra malagueña, a saber, Marbella en 1486, en Málaga en 1488, en Coín en 1505 y en Ronda el mismo año”.

1487-2007: 520 años de la llegada de los Trinitarios a Málaga

Con ocasión de la fiesta de San Juan de Mata, los Trinitarios de Málaga presentes hoy en la Palma-Palmilla, nos recuerdan que en este año se cumplen 520 años de la llegada de los primeros Trinitarios Calzados a la “ciudad del moro” como la llaman los historiadores trinitarios calzados, P. Pedro López y P. Fernando Torquemada.

Todos los historiadores coinciden en señalar el gran ejército que salió de Córdoba guiado por los Reyes Católicos para la conquista de Málaga. Se habla de 12.000 jinetes y 50.000 infantes los que salieron de Córdoba el 7 de abril de 1487. Estaba considerado como el mayor ejercito de Europa. Entre ellos van el P. Miguel de Córdoba, trinitario, perteneciente al convento de la Trinidad de Córdoba junto a otros seis religiosos.

Ellos llegaban como capellanes del ejército y lógicamente fueron testigos oculares del largo asedio de Málaga. La fundación del primer convento trinitario tuvo lugar en los años inmediatos a la reconquista. Los Reyes Católicos mediante una Real Orden firmada en la Vega de Granada el 21 de diciembre de 1491, mandaron erigir la iglesia de S. Cosme y S. Damián en una mezquita que existía cercana a las Atarazanas. Parece ser que debido a que este primer sitio estaba cercano al mar y para los frailes era un lugar ruidoso, por lo que pidieron a lo reyes que se asignase otro lugar. Tras ir viendo varios lugares al fin se asentaron en la ermita de S. Onofre donada por el capitán de artillería Francisco de Madrid. En estos terrenos estuvo instalada la tienda real de los Reyes Católicos durante el tiempo de la guerra.

Donaciones de los Reyes Católicos, nobles y particulares

Los mismos Reyes Católicos conocedores del carisma liberador de los Trinitarios, les ofrecieron tierras y bienes para su establecimiento en Málaga:
“Don Fernando y Doña Isabel…Y por la devoción que tenemos a la Santa Trinidad y a su Orden, aprobamos el dicho monasterio de la Trinidad…Es nuestra merced y voluntad que tenga por dote para el reparo del convento y sostenimiento 300 fanegas de tierra y 20 aranzadas de viñas...” (Barcelona, 5-X-1492).

En los libros de Repartimientos de Málaga y en los protocolos de Escrituras públicas aparecen donaciones al convento de la Trinidad de tierras para trigo, huertas, viñas, casas, etc. De todo este capital según la Regla y Constituciones de la Orden, la “tertia pars” iba destinada a la redención de los cautivos cristianos que habían caído en manos de los árabes.

Gran apoyo a las redenciones

Los historiadores señalan que de forma paralela a la construcción y mejora del convento y de la vida de retiro espiritual, la orden trinitaria continuaba a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII desarrollando el servicio de la redención de cautivos. Así por ejemplo en el año 1685 vemos como el convento trinitario de Málaga continuaba recibiendo fondos destinados a la redención. Este año Dª Teresa de León fundó a través de testamentos un patronato sustentando en el cortijo de Torrijos, cuyos beneficios se destinaban por mitad a la redención de cautivos.

Otro dato a tener en cuenta es que en el año 1799 aún se mantenían vigentes antiguas memorias a cobrar por los trinitarios calzados para la redención de cautivos o los censos impuestos sobre casas con idéntico fin como es el caso de unas viviendas en la calle Canasteros de Málaga.

Ilustres religiosos escritores, redentores, obispos y santos de este convento

Entre los escritores de la época que destacaron en este convento son de señalar el P. Fray Pedro de la Torre quien dejó numerosos escritos y notables tratados, falleciendo el año 1565. El P. Francisco de Pomares muy docto, fue calificador del Santo Oficio. El P. Fray José de Navarrete, aventajado en literatura y virtudes. De este mismo convento salieron redentores como el P. Mateo Delgado y Juan de Almoguera que después sería nombrado arzobispo de Lima.

Nos señala el P. López en su crónica de los Trinitarios de Andalucía que “han tenido mucho que ver con el convento de Málaga por diversas razones, los Trinitarios y Obispos, Ilmo. Ronquillo, Virrey en Perú y Fray Antonio del Puerto, que consagró el templo de los PP. Minimos, así como D. Antonio de la Peña Hermosa, sin ser trinitario, a quien se le atribuye una frase elogiosa a su paso por este convento: “estuve en el convento de los ángeles que, además, es también de los santos”.

Visita de San Simón de Rojas

Hacia 1605 las casas de Andalucía pidieron al Nuncio les enviara, como Visitador extraordinario al P. Rojas. Desde la austera Castilla cruzó Despeñaperros y se encontró con el paisaje de Sierra Morena y el fértil valle del Guadalquivir. Úbeda, Andujar, Córdoba, Granada, Málaga, Marbella, Sevilla, le recibieron como el enviado de Dios, como a un santo. Su presencia invitaba a seguir la vocación con fidelidad. Sus exhortaciones, las normas que dejaba en las diversas comunidades, quedaron como un paso renovador del Espíritu. Al hablar de su paso por Málaga señala su biógrafo el P. Vega: “Varios sucesos prodigiosos de curaciones en Málaga. Como consecuencia de todo esto, fue tal y tan grande el concepto de santidad del P. Simón de Rojas, que tanto eclesiásticos como seglares, afirmaban al unísono que otro ángel de paz como el Siervo de Dios, nunca lo hubieran podido soñar”.

Supresión (1835) y vuelta de los Trinitarios a Málaga (1992)
Tras superar diversos momentos de crisis y relajación durante los siglos XVIII y XIX, al fin después de 348 años de vida, el convento de los Trinitarios Calzados de Málaga fue suprimido oficialmente el año 1835. El convento se convirtió en cuartel militar hasta mediados de los años ochenta. Actualmente es un gran edificio abandonado en donde se conserva el claustro con sus columnas de mármol.
Después de 157 años de ausencia trinitaria en la ciudad de Málaga, el año 1992 vuelven los Trinitarios a esta ciudad. Se instalan en el populoso barrio de la Palma-Palmilla asumiendo la tarea de evangelización y promoción humana de dos grandes parroquias marginales en donde viven más de 40.000 personas. Fieles a su carisma liberador asumen la Capellanía del Centro Penitenciario de Alahurin de la Torre. La opción por los pobres y los encarcelados es la tarea de los nuevos trinitarios que llegaron hace 15 años a Málaga para recoger la antorcha que habían dejado sus hermanos calzados en el barrio de la Trinidad.

¡Gracias San Juan de Mata!

Después de este recorrido histórico de fidelidad a San Juan de Mata en la ciudad de Málaga, contemplamos el rostro de San Juan de Mata y le decimos:
- Gracias Juan de Mata por estos 520 años de fidelidad al carisma trinitario en Málaga.
- Gracias Juan por iluminar a tu hijo, el P. Miguel de Córdoba en la fundación del convento de Málaga.
- Gracias Juan por acompañar desde el cielo a tantos trinitarios que dieron su vida por Dios Trinidad y por los esclavos redimidos en este convento malagueño.
- Gracias Juan de Mata por acompañar en el año 1992 a los PP. Pedro Fernández y Antonio Jiménez en la nueva apertura de los Trinitarios en Málaga.
- Gracias finalmente, Juan de Mata, por este campo de promoción social y liberación que la Provincia de los Trinitarios del Sur abrió en Málaga hace 15 años.
JULIAN NAVAS JURADO

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